Tuesday, November 07, 2006

En el Teatro Municipal 35 años de Serenata Guayanesa

Gustavo Merino Fombona


La algarabía de la ciudadanía caraqueña en el Teatro Municipal de Caracas fue gigantesca, con la presentación del grupo popular Serenata Guayanesa, agrupación representativa de la cultura musicológica de la zona oriental de Venezuela y gentilicio artístico de alto querer del pueblo de Venezuela, en generaciones, regiones, estados, pueblos, caseríos y rincones del terruño nacional.

Uno de los equipos musicales folklóricos de mayor renombre y de proyección internacional en la historia musical venezolana ha sido y es, sin lugar a dudas, Serenata Guayanesa. Las cuatro personas, cantantes preclaros y genios armónicos más conocidas son: Mauricio Castro, Miguel Angel Bosch, Iván Pérez Rossi y César Pérez Rossi. Navíos melodiosos que han encaminado, de modo creador constante y de productividad ejemplar y amable, a la composición de sonidos con conceptos de la fauna, de la flora, del hondo paisaje venezolano, del manejo psicológico del sentir popular del venezolano para viajar desde una mano luminosa durante 35 años, edificando a Serenata Guayanesa.

En agosto de 1971 fue la génesis del primer disco patrocinado por la Gobernación de entonces, en el marco de la Feria de la Zapoara. Seguidamente vinieron los grandes éxitos de Casta paloma, El sapo, La mula y El calipso del Callao. Ahondaron en la búsqueda de aportes cognitivos del sentir de lo local a partir del estudio, la escolástica, la investigación de la cultura vernácula en Venezuela, dirigiendo sus creaciones a la captación de las comunidades infantiles y abrazadas simultáneamente por todo el pueblo venezolano. La identidad con la comunidad infantil se origina en 1977, cuando asistieron a la exposición Juegos y juguetes para niños, que realizó el Museo Nacional de Folklore. Las producciones de música que se oían al fondo eran de factura española y reconocidas a nivel mundial, tales como: Tengo una muñeca, El cochecito, El payasito, Palomita blanca, Arroz con coco, La pájara pinta, entre otras. De aquí les nació la musa incontenible para la revelación de las energías del ingenio y mencionaron la idea de canciones para los donceles, como proyecto soñador. La lectura y la reinstrucción sobre autores que escribieron para los niños y niñas como inspiración maravillosa, los modeló para unir estas corrientes literarias infantiles con la fonética mística y musical de la naturaleza venezolana. Cancioneros como La pulga y el piojo, La botellita, A la una, Este niño Don Simón, El papagayo y Estribillo de los juegos se lograron con vuelo de cima, contagiando de un placer celestial a infantes y adultos.

Entre compositores, cantantes, arreglistas, poetas, cuentistas, maestros de la guitarra, de la mandolina, del violín, del acordeón y del cuatro, instrumento amado de Venezuela, se han mostrado al mercado varios discos mágicos, preñados del amor que se encuentra en la universalidad de la conciencia de los lenguajes basados en filosofías sencillas y sentidas por la mayoría de los habitantes e impregnados del torrente de la unidad de los seres vivos, faunas, floras, humanos, en el hogar del compartir y el escenario de la vida, atestiguada por la cordialidad de la vivencia, la sapiencia y la convivencia.

Múltiples uniones por el camino de las líricas provenientes de las palabras y los intersticios de las luces hechas voces han sido llaves de apertura a las almas ciudadanas, ávidas de lo que vuela como golondrinas en cuentos humanos ilimitados por los capítulos de la imaginación, la amistad y el calor de la divinidad.

Los 35 años de Serenata Guayanesa en el Teatro Municipal de Caracas, celebrados bajo el patrocinio de Fundapatrimonio-Alcaldía de Caracas y el señorío copatrocinante de la empresa privada por Movistar y el equipo artístico Arte-Integración, se realizaron en el Municipal con un lleno total, gratuidad y seguridad. Fue uno de los episodios superlativos de la alegría, la felicidad y la querencia entre un pueblo por la adoración a su teatro histórico reconocido y la pasión espiritual por el patrimonio artístico de Serenata Guayanesa, elaborando una confluencia de oleajes en cantos, lágrimas incontenibles de afectos abiertos, donde las venas y los corazones eran abrazos convertidos en dioses de vientos y calidez, demostrando lo cristalino de la venezolanidad.


http://www.lasverdadesdemiguel.com.ve/articulos.php?id_columna=30&ejemplar=130

No comments: